El buró en México o la mesa de noche en España

Este post espero que tenga un tono más informal que los otros y también quiero que sea una especie de reflexión sobre el valor de las artes decorativas.

Hace poco estaba leyendo un libro que me regalo una amiga, es de Albert Espinosa y el titulo es : Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven. En este libro hubo algo que me llamo mucho la atención y fue la parte que habla sobre la mesita de noche de los niños. El buró o la mesa de noche, es dónde nos llevamos los objetos preciados con los que queremos pasar la noche, o con los que jugamos en el día y no podemos separarnos aunque acabe, por eso los guardamos cerca de nuestra cama.

Esto me hizo recordar el buró de mi infancia, ese pequeño mueble de pino con un cajón y una puertesita. Cuando yo recuerdo el cuarto de mi infancia, lo hago con mucho cariño, en la puerta tenía las medidas de mi crecimiento, marcas desde los 5 años hasta mi último estirón después de la prepa, calcomanías de Pokémon y del Planeta del Tesoro pegadas en el closet, también en esas puertas, había fotografías de mis amigas y mis posters de los eventos escolares, mi cama era rosa, una pequeña cocinita de juguete, una casa de muñecas de madera, pero el mueble más especial que tenía era mi buró, ya que tenía guardados todos mis secretos, y tener buenos secretos cuando eres niña - es lo máximo-.

¿Recuerdas tu buró o tu mesa de noche? ¿Recuerdas que objetos tenías dentro?

Yo recuerdo algunos de esos objetos, mis Polly Pockets, mi diario, mis cartas, mis mejores dibujos y muchos sueños. ¡Vaya! En este momento, como me gustaría tener una foto de todo eso que alguna vez atesore en ese mueble, seguro me ayudaría a recordar antiguos sueños.