Revival fascista en nuestros días. Influencia en la arquitectura y el arte
- Emilio Ruiz Serrano
- 12 feb
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 13 feb
En estos tiempos convulsos, el fascismo se recicla, se revende y consume. No es el clásico del siglo XX, ni tampoco el de la nueva derecha o neofascista de la segunda mitad del siglo XX, sino este tiene tintes tecno capitalistas, propios de un mundo post apocalíptico. Pero ¿cómo se ha relacionado el fascismo con el arte y la arquitectura? Los fascistas clásicos, en el caso italiano eligieron el resurgimiento nacionalista del arte y arquitectura del imperio romano, en reflejo de un imperio dominante. En el caso germánico se ocupó lo neoclásico y la monumentalidad, además de la literatura épica medieval. Su derrota prohibió dichas influencias estéticas, aunque algunas persistieron en el concept art de diversas manifestaciones artísticas con el fin de señalar distopías o futuros alternos que no debían repetirse, ya sea en literatura, cine o videojuegos. Tal es el caso de Dune 2 con el imperio Harkonnen, otros casos es el videojuego Wolfenstein o la serie distopía de The man in the high castle, por señalar algunos.
Pero aquella latencia va ganando terreno , pues ahora, los gobiernos de derecha apegados a ciertos parámetros fascistas, como el de Javier miel, Víctor Orban, o Donald Trump, van eligiendo su arquitectura y arte a su beneficio, como alguna vez se realizo en el fascismo clásico, por ejemplo, la ley de Trump de proteger y realizar más edificios neoclásicos que representen el poderío yanqui, como el que tuvo a finales del XIX, eliminando posiblemente otras artes y arquitecturas “no americanas” en una serie de regreso a esas políticas fascistas clásicas, asimismo se exacerba el arte europeo como único referente del arte occidental.
Sin embargo, existen otras formas de luchar contra estas distopías, y uso del fascismo, bajo otros concept arts como solarpunk que es un futuro sostenible, ecológico, democrático y tecnológicamente avanzado, teniendo como arte y arquitectura las estructuras naturales de árboles y entornos. Otro es el hopepunk, donde la lucha optimista contra la opresión y sociedades genera un futuro más justo, bajo edificios realizados para obtener energías renovables. En fin, es probable, como señala Zizek que es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. Tendremos que pensar y revalorar la importancia de la arquitectura y el arte para evitar o detectar el uso de ellas para fines propagandísticos a futuro en un posible mundo postapocalíptico.
Un poco sobre el autor del POST*
Emilio Ruiz Serrano es Doctor en Humanidades: Estudios Históricos por la UAEMex. Es profesor y divulgador científico. Entre sus temas de investigación se encuentran el arte novohispano en el Valle de Toluca, arquitectura e historia de Toluca, entre otros.

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